Ahora, veamos algunos detalles sobre dos tipos de herbicidas, que son herbicidas selectivos y no selectivos. Un herbicida es un tipo de sustancia química que mata plantas no deseadas, comúnmente llamadas malezas. Las malezas pueden crecer muy rápido y extenderse por las áreas en las que queremos que nuestras plantas beneficiosas (flores, vegetales) produzcan semillas. Por eso, los herbicidas se convierten en herramientas útiles para los agricultores y jardineros.
Los herbicidas selectivos están diseñados para actuar solo contra ciertas plantas. Son capaces de matar algunas malezas sin dañar a todas las plantas. Por ejemplo, un herbicida en particular matará las malezas de hoja ancha (que tienen hojas anchas) pero no matará el césped (que tiene hojas largas y estrechas); este tipo se llama selectivo. Esto es extremadamente beneficioso para los agricultores o jardineros, ya que les ayuda a eliminar las malezas problemáticas y a mantener sus buenas plantas intactas.
Luego están los herbicidas no selectivos, cuando se trata de la focalización. Estos herbicidas son extremadamente potentes y destruirán cualquier vegetación con la que entren en contacto. Un ejemplo de uno de ellos es el glifosato, que es un herbicida sistémico y no selectivo que matará tanto las malas hierbas que desea eliminar como las plantas que desea mantener vivas. Esto puede ser peligroso si no tiene cuidado al usarlo, ya que también dañará sus hermosas plantas.
Los herbicidas selectivos tienen muchas ventajas o puntos positivos. Uno de los grandes beneficios es que son más respetuosos con el medio ambiente. Como solo atacan a determinados tipos de plantas, no suponen un peligro para las plantas y los animales que queremos proteger. Esto supone un menor riesgo en jardines y granjas. Además, algunos tipos de malas hierbas pueden ser bastante sensibles a los herbicidas selectivos. Los herbicidas no selectivos (aquellos que matan absolutamente todo lo que hay en el jardín) a veces pueden ser una mejor solución, pero, por otra parte, ¡algunas malas hierbas simplemente no sufren daño!
Los herbicidas no selectivos, como el glifosato, son más versátiles, ya que matan cualquier planta con la que entren en contacto. Sin embargo, son rápidos y pueden acabar rápidamente con franjas enteras de vegetación. Esto resulta especialmente útil para trabajos de mayor envergadura, como la tala de bosques o de grandes campos. No obstante, debemos tener en cuenta que son muy perjudiciales para la naturaleza y la fauna silvestre circundante, por lo que en estos lugares hay que utilizarlos con el máximo cuidado.
La elección de un herbicida selectivo o no selectivo depende de lo que necesites exactamente. Herbicidas selectivos: si el problema es pequeño y solo afecta a unos pocos tipos de malezas, un herbicida selectivo puede ser la mejor solución. Te permitirá atacar solo esas malezas sin dañar tus plantas sanas. Sin embargo, si tu jardín es una gran jungla de malezas, es posible que quieras usar algo no selectivo.
Aquí te contamos los herbicidas selectivos que son muy útiles pero que tienen desventajas. El principal problema con ellos es que normalmente sólo funcionan para ciertos tipos de malezas. En algunas circunstancias, las malezas desarrollan resistencia a determinadas clases de herbicidas. Ahora bien, si sigues usando un solo herbicida durante varios años, estas malezas se quedarán en su forma de raíz y la próxima vez muchos alimentos crecerán como antes sin una menor influencia de tu destructor natural de hierbas.